domingo, 2 de agosto de 2009

abrazos frios

A veces un calido retruécano vale más
que un abrazo frío;
congelado en el tiempo, como una imagen imborrable en la memoria.
Ese abrazo, tan tenso,
tan falto de calor, de intensidad.
Tan lleno de indiferencia e impaciencia.
Codos angulados justo a 45 grados,
con una artritis momentánea que marca la tensión, las ganas de despegar.

Una de las dos partes aprieta, para acentuar la afección.
El otro polo, tensa su cuerpo, se vuelve un espagueti ensimismado
Buscando un escape, con los ojos hechos un escaparate
Aguantando el aire por esos segunditos... 4...3...2...1...
Hasta que primero, lleno de afecto, mira con una sonrisa de oreja a oreja al recibidor.

2 comentarios: